Riel amado, compañera. Nueva estación, quizá una ceremonia...y sobre nuestro lomo la vida, próxima parada: el destino. Raíles reciclados de líneas distintas, siniestradas en estaciones que el azar quiso para el desamor. Me hiciste coincidir en tu nobleza: que el pasaje sea feliz. Eso aprendí de tí, primera, segunda y todas las clases, tu naturaleza buena así lo prescribe. Ahora sí lo entiendo. Conocerte es amarte. Cada día más.
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